Consejos para decorar un dormitorio infantil
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A nivel decorativo, para los interioristas, las habitaciones infantiles son un espacio abierto a la creatividad. Permite construir en ellas lugares llenos de magia que no encajarían en otras estancias de la casa. Pero para conseguir una habitación bonita, práctica, funcional y que le dure durante muchos años hay que hacer una buena planificación y diseño inicial. Hoy proponemos una serie de consejos que os ayudarán a plantear la decoración para el cuarto de los niños y crear un maravilloso dormitorio en el que vivir grandes momentos en familia.
Escoger el estilo
El primer paso, una vez escogida la habitación concreta de la casa donde se situará el dormitorio, es escoger el estilo. Para ello debemos echar un vistazo al resto de la vivienda ¿Qué estilo predomina? ¿Nórdico, industrial, rústico, romántico, clásico…? Aunque la decoración de la habitación infantil aporta un gran margen de movimiento, lo ideal para conseguir un hilo conductor en toda la vivienda es mantener el mismo estilo o con cierta flexibilidad mantenerse dentro del estilo predominante.
El estilo estará marcado por los colores y/o el papel pintado de las paredes, por la ropa de cama infantil, por el tipo de muebles y por los complementos que vayamos a introducir en el dormitorio.
Temática
Cuando tenemos claro el estilo es hora de escoger la temática. Si se está realizando la habitación antes de que el bebé haya nacido o cuando aún es muy pequeño, no conocemos aún sus preferencias y la temática estará escogida según los gustos de los padres. Pero si el dormitorio se está creando cuando el niño ya tiene 2 o más años, siempre podemos decorarla acorde a sus gustos.
La temática nos definirá el tipo de papel pintado, si se va a optar por este tipo de decoración de paredes. Pero, sobre todo, influirá en gran medida en los complementos que acompañarán la decoración. Por ejemplo en las lámparas, en los cuadros, en los cojines etc. Algunas temáticas frecuentes son la espacial, la de animales o la de coches, entre otras.
Decidir los colores y texturas
Como en cualquier diseño de interiores, uno de los primeros pasos es escoger la paleta de color con la que vamos a trabajar. En el caso de una habitación infantil esta paleta plantea un margen muy amplio aunque no debemos olvidar la teoría del color para conseguir las mejores combinaciones.
Un gran error cuando trabajamos la paleta de una habitación infantil es abusar del color y mezclar sin ton ni son colores muy vivos. Entre las tendencias de los últimos años predominan las habitaciones con un fondo de colores neutros (blancos o beige) complementados con colores intensos para los textiles y complementos. En el estilo Montessori, se aboga por habitaciones de colores claros y neutros.
Muebles versátiles y evolutivos
El mobiliario será el siguiente punto a tener en cuenta a la hora de decorar la habitación. Las directrices de la pedagogía Montessori han marcado las pautas de la última década: muebles bajos, con mucho almacenaje, versátiles y evolutivos.
Destacan las camas para niños a la altura del suelo permite dotarlos de gran independencia. Se han puesto de moda las estructuras de cama tipo casita o tipi. Otros muebles de gran importancia son el armario y la cajonera, para guardar la ropa, el escritorio para niños, y muebles que aporten un extra de almacenaje.
Espacio de almacenaje
El almacenaje merece un apartado extra porque resulta de vital importancia. Solemos vivir en hogares de reducidas dimensiones o, tenemos demasiadas cosas que guardar. Por ello el almacenaje se agradece en cualquier estancia de la casa.
En la habitación infantil el almacenaje permitirá guardar los juguetes y demás cosas que irán acumulando los peques de la casa (que suelen ser muchas). Existen numerosas soluciones para conseguir ese almacenaje extra: baúles, cestos, cajas, cajoneras… escoger unos u otros dependerá del estilo decorativo que hayamos escogido. Lo importante es que las zonas de almacenaje estén a la altura y disposición de los niños, para fomentar su autonomía. También podemos reservar una zona elevada para guardar objetos que deban estar fuera del alcance del niño.
Seguridad ante todo
A la hora de decorar no debemos olvidarnos de que este espacio estará destinado a pequeñas mentes curiosas con muchas ganas de explorar y muy poco miedo. Hay que intentar proteger las esquinas de muebles y paredes, los radiadores… y poner protectores a los enchufes. Si hay algún cajón que no deberían abrir, colocar en ellos los cierres de seguridad. Los cables de las lámparas y otros objetos tecnológicos deben estar ocultos y fuera del alcance de sus manitas.
Zonas esenciales
A la hora de distribuir el espacio del dormitorio debemos hacerlo teniendo en cuenta que debe contar con distintas zonas. En concreto tendremos una zona para dormir, que incluirá la cama y la mesilla. Una zona para jugar que puede estar conformada por una gran alfombra. Un rincón de descanso y lectura, que puede tener cojines a la altura del suelo y una pequeña estantería de cuentos. Y la zona de vestirse, dónde estará el armario y un espejo de seguridad.
Los textiles
Los textiles son un recurso fantástico para dar textura a una estancia. Podemos jugar con las cortinas, la funda nórdica y las sábanas, la alfombra y los cojines. En los textiles podemos plasmar la temática que hayamos elegido para la habitación así como los colores de la paleta.
Aunque parece un trabajo de gran envergadura, decorar una habitación infantil es un proyecto lleno de ilusión. Encontramos en esta estancia de la casa un lugar en el que dejar volar nuestra imaginación y aprender a jugar con nuestro niño interior.
